14 octubre 2025
Introducción: Comer con conciencia
En tiempos donde la salud, la sostenibilidad y la justicia social se entrelazan en cada gesto cotidiano, mirar el etiquetado de los productos frescos no es una manía: es un acto de responsabilidad. La legislación europea exige que se indique la procedencia de frutas, verduras, hortalizas y productos frescos junto al precio. Sin embargo, en la práctica, esta información se oculta o se ofrece solo tras insistencia verbal. ¿Por qué este silencio? ¿Qué se está protegiendo?
Legislación vigente y su incumplimiento
El Reglamento (UE) Nº 1169/2011 exige que el origen se indique cuando su omisión pueda inducir a error.
En España, es obligatorio para productos frescos como carne, pescado, frutas y verduras.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) recoge estas obligaciones en su normativa de etiquetado.
Incumplimiento frecuente: Muchos supermercados no muestran la procedencia en los carteles de precio. La información se obtiene solo si se pregunta, y no siempre con claridad.
Denuncias y fraudes detectados
La OCU ha denunciado prácticas engañosas en el etiquetado, como ocultar el origen real o usar términos confusos.
En operaciones recientes, se han incautado más de 119.000 kg de alimentos y 38.000 litros de bebidas adulteradas.
Se han detectado productos etiquetados como nacionales que en realidad eran importados, como lechazos franceses vendidos como IGP Castilla y León.
¿Por qué importamos lo que ya producimos?
España importa naranjas, uvas, aguacates y otros productos desde países extracomunitarios, mientras los agricultores locales denuncian abandono y competencia desleal.
La UE afirma que los productos importados deben cumplir las mismas normas que los europeos, pero los controles son complejos y no siempre transparentes.
Nuevas normas de importación exigen trazabilidad ambiental y social, pero no entrarán plenamente en vigor hasta 2026.
Voces del campo: lo que dicen los cultivadores
“Nos obligan a arrancar árboles mientras entran camiones con fruta de fuera. ¿Qué sentido tiene?” — Testimonio recogido por ASAJA
“No pedimos privilegios, pedimos justicia. Si a nosotros se nos exige trazabilidad, que se exija también a lo que viene de fuera.” — Agricultor de Murcia, citado en medios agrarios
“La tierra no miente. Pero el mercado sí.” — Frase atribuida a un veterano cultivador valenciano
¿Qué se puede hacer?
Exigir transparencia: Preguntar en tienda, reclamar si no se indica el origen.
Apoyar lo local: Comprar en mercados de proximidad, cooperativas, productores directos.
Difundir y denunciar: Compartir información, apoyar a organizaciones como FACUA y la OCU.
Presionar políticamente: Escribir a representantes, exigir controles y sanciones ... y dejar de votar a quienes permitan estas prácticas tan oscuras como irregulares.
Conclusión: El etiquetado como espejo ético
No se trata solo de saber si una naranja viene de Sudáfrica o de Valencia. Se trata de saber si esa naranja respeta el agua, la tierra, el trabajo humano y la salud del consumidor. El etiquetado no es un detalle técnico: es un espejo de los valores que defendemos. Y si ese espejo está empañado, es deber de todos limpiarlo. Un mundo difícil, a medida que pasan los años se hace más difícil, el Poder, la Corrupción política y el hartazgo y cansancio de los administrados, hacen que las fuerzas del Poder y la corrupción política muevan los hilos de la malvada realidad con total o aparente impunidad ... a veces creo que lo único que nos queda es rezar. No nos rindamos, por favor, despierta, no consintamos que arruinen nuestra salud mientras ellos se aprovechan de nuestra pasividad.
